Color esperanza

Me imagino que a vosotros, al igual que a mí, os han llegado durante estas fiestas navideñas un buen número de mensajes que os animan a cambiar vuestra forma de pensar con el objetivo de conseguir mejorar vuestro nivel de felicidad.

Me imagino también que muchos de vosotros habéis hecho una lista de propósitos para el nuevo año. Yo me he animado a leer y releer los mensajes con ideas positivas que me han ido llegando y me he hecho el propósito de poner en práctica algunos de ellos, con el convencimiento de que si consigo interiorizarlos de forma permanente la vida me resultará más satisfactoria.

Empieza un nuevo año, reflexiono sobre el objetivo de este blog y… he encadenado tres de los mensajes que me han llegado: 

“Ojalá no crezca en ti la imparcialidad de hombros encogidos”

“No dejes que los que han sido domesticados te digan cómo vivir”

“Ten coraje para romper con lo que ya no sirve”

Releo lo que escribí en agosto de 2018 cuando inicié el blog y compruebo que mi objetivo sigue siendo el mismo, insistir en que debemos dejar de priorizar el consumo de fármacos potencialmente muy tóxicos en la neurología en general y en la esclerosis múltiple en particular. Los tres mensajes que he encadenado me han estimulado a seguir adelante, a no tirar la toalla que a punto he estado de tirar el pasado mes de diciembre. 

Me preocupa mucho quitar la esperanza a los que me leéis deseando dar con la solución a la pregunta de cuál es el mejor tratamiento. Procuro medir mucho mis palabras, pero para hablar de lo convencional ya hay muchas otras páginas. Es fácil escribir un blog, tuitear y dar una charla o conferencia poniendo en valor los hallazgos de los ensayos clínicos y lo bien que funcionan los fármacos a corto plazo. No es fácil reflexionar sobre la otra cara de la moneda, coger el camino menos transitado y continuar por él.

También decía en la presentación inicial del blog que me gustaría comprobar que no estoy sola y ¡lo he comprobado!

A lo largo de este año y medio he tenido la satisfacción de recibir nuevas ideas de tratamiento como la que me ha proporcionado el Dr. Carlos Tutor. Gracias a él ha crecido mi interés por tratar con vitamina D a las personas con enfermedades autoinmunes y concretamente a los afectados de esclerosis múltiple. 

No se trata de dar un complemento de vitamina D, se trata de aplicar el protocolo llamado Coimbra, diseñado por el neurólogo brasileño Dr. Coimbra. El Dr. Tutor me ha llenado de esperanza y estoy deseando formarme y obtener las autorizaciones necesarias para ponerlo en marcha.

A ello me ayudará también el Dr. Sergio Menéndez que lleva ya años aplicando el protocolo, primero en Sao Paulo, y ahora en Barcelona.

Espero poder demostrar con la metodología propia de los ensayos clínicos, que los pacientes que toman vitamina D según este protocolo, obtienen una serie de beneficios a largo plazo que no obtienen los que no la toman.

¿Será fácil ponerlo en marcha?, no, no lo será, pero ya tenemos experiencia en trabajar con lo difícil, en hacer posible lo imposible.  Sabemos que se puede y queremos que se pueda.

¡Por un 2020 en que lo improbable deje resquicio a la esperanza!

Puedes ponerte en contacto conmigo para resolver dudas sobre tu caso concreto mediante consulta online o presencial en Barcelona.

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6 comentarios en “Color esperanza

  1. Yo soy paciente del Dr. Menendez. 6 años sin actividad en la enfermedad ni lesiones nuevas. Mi único tratamiento, VITAMINA D. Feliz!!

  2. Nosotros creemos a pié juntillas todas sus indicaciones y nos consta de sus trabajos de investigación . Son muchos años de trato de los cuales siempre hemos dado gracias por que sea Ud. la profesional que lleve nuestro caso; siempre tan atenta al paciente y a las muchas preguntas que le hacemos. Eso hace más efecto que cualquier fármaco y no sabe cómo se lo agradecemos.
    Nunca hemos perdido la esperanza, aunque a veces es muy difícil, el pensar que algún día, gracias a vosotros saldrá algún producto menos agresivo y más eficaz como es el caso de la vitamina D.
    Ojalá se pueda probar en nuestro país y con resultados positivos; sería magnífico.
    Un fuerte abrazo lleno de eperanza

    1. ¡Que alegría me da tu mensaje M Carmen!. No sabes lo nutritivo que me resulta.

      Hemos pedido una beca al Instituto de Salud Carlos III para poder financiar el ensayo, pero no nos la han concedido. Acabamos de hacer alegaciones. Si finalmente nos la conceden (esta convocatoria ha ido en su mayoría a financiar proyectos de COVID y cáncer) podremos iniciar el ensayo, si no, tendremos que seguir buscando otras becas o fuentes de financiación.

      ¡Seguimos! ¡Mantenemos la esperanza!

  3. Que sorpresa Dra Ramo!
    Acabo de descubrir tu blog y ahora veo que estás interesada en el Protocolo Coimbra.
    Yo soy paciente del Dr Menéndez en Barcelona, y sigo el PC desde hace casi 6 meses. De momento no he visto mejoras ya que sospecho que la EM es progresiva y quizá aún es pronto para ello ya que llevo poco tiempo, pero guardo la esperanza viendo los resultados de otros tantos casos de EM.
    Siempre es una satisfacción ver a profesionales de la sanidad con la mente abierta, tanto en el tratamiento como en acompañamiento.
    Muchas gracias 😊

  4. Hola Doctora,
    Hace poco tiempo he encontrado información sobre este protocolo. No lo conocía. Finalmente se ha formado usted y lo ha llevado a la práctica. Si es así cual es ahora su opinión y recomendación para las personas con EM? Sabe que doctores lo aplican aquí en España? Gracias

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